Página 1 de 3 Turismo histórico Nuestros antepasados indígenas, luchas imperiales de la colonización, gestas unificadoras artiguistas, guerras independentistas y posterior instauración de la república, todos, dejaron sus huellas en Rocha. A tener en cuenta también es, la significación histórica del hecho que sus humedales fuesen considerados patrimonio de la Humanidad - en la declaración de RESERVA DE BIOSFERA, de la UNESCO, en 1976 -, por lo que en este departamento, las modalidades de turismo histórico y agro y ecoturismo tienen muchos puntos de encuentro. Envuelta en su halo misterioso, cada palmo de Rocha posibilita el acercamiento al pasado milenario. Sólo hay que atreverse a observar con amor y respeto. Los "Cerritos de Indios" aparecen como pequeños montículos del terreno, cuya altura oscila entre unos decímetros y hasta tres metros, que resultan muy visibles en tierras llanas. Muchas veces, sobre ellos se forman reducidas islas de árboles, que los hacen contrastar aún más con su entorno de vegetación no arbórea. Si bien muchas de estas elevaciones construidas artificialmente fueron destruidas - ya sea por la anteposición de intereses particulares a los colectivos, o por maniobras inadecuadas de entusiastas aficionados -, todavía son abundantes en Rocha, fundamentalmente en los bañados de India Muerta, San Miguel, Pelotas y Paso Barrancas. En excavaciones realizadas en un "Cerrito" cercano al pueblo 18 de Julio, se encontraron una docena de esqueletos que, se estima, tengan entre 2500 y 3000 años de antigüedad. Junto a los huesos humanos, había restos de alimentos, trozos de utensilios cerámicos, boleadoras, dientes de lobo de mar y caracoles de río. El hallazgo de restos humanos asociados a los montículos señala un complejo desarrollo social en sus comunidades que, se supone, permanecían largos períodos de tiempo en ciertos sitios, donde hay evidencias de horticultura, invalidando el criterio de nomadismo errante para con nuestros nativos, impartido hasta hoy, en la enseñanza.
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